Carta a Max Pradera

max pradera

Estimado, o no, Max:

La única diferencia entre un catalán y un madrileño es que el catalán habla una lengua más. Misma historia, misma cultura, misma religión”. Hombre… depende, ¿no? Pero, como dice Rajoy cuando abraza a la Merkel: vayamos por partes.

Misma historia. ¿En qué marco espacial englobas esta “historia”? ¿Península ibérica? ¿Europa? ¿El planeta Tierra? ¿Y en qué marco temporal englobas esta “historia”? ¿Desde Atapuerca? ¿Desde 1714? Ya sé que estos matices no caben en un tuit con vocación de pancarta unionista pero es que son importantes. Si le entro a una chica en una discoteca, estoy media hora hablando con ella y le digo que compartimos una misma historia de vida en común, me mirará con la misma cara que pone Fernández-Díaz cuando se despierta por la mañana y descubre con desagrado que sigue siendo él. Por eso, decir que un catalán y un madrileño comparten la misma historia, es muy relativo. Depende de quién ha escrito el libro, de qué páginas consultas, de cómo relacionas los hechos, de qué hechos te interesa destacar… Si de Hamlet se han hecho tantas versiones, imagínate de la Historia de España. Ahí podemos estar lo unidos o lo separados que te apetezca. Sólo te pido que tengas claro quién asedió y quién fue asediado en 1714.

Misma cultura. Es probable que, como yo, tú también gritaras cuando los payasos de la tele preguntaban: ¿cómo están ustedes? También es probable que en el instituto nos encargaran la lectura de los mismos libros (aunque no sé si tú leíste a Pere Calders o Mercè Rodoreda). También es más que probable que tú y yo nos comiéramos las doce uvas de fin de año mirando la única cadena de televisión que había pero decir que tenemos la misma cultura es muy simplista. Si te paseas por Barcelona o Madrid entenderás fácilmente que los marcos de referencia culturales han cambiado. La globalización ha hecho de las ciudades micromundos donde conviven cientos de culturas diversas. Aún así, es cierto que tanto Catalunya como Madrid siguen conservando signos de identidad de una cultura más local y, si quisieras entender este fenómeno, seguramente apreciarías que los catalanes queramos conservar todo aquello (sobre todo la lengua) que nos distingue de otras culturas. Sabiendo, eso sí, que en realidad la “cultura catalana” es la suma (maravillosa suma) de todas las civilizaciones que nos han visitado y de todas las influencias externas (por supuesto también la castellana, andaluza, etc.) que seguimos teniendo. Pero, como tampoco sé qué tipo de marco cultural consideras para realizar esa afirmación, permíteme que te haga dos preguntas.

  1. ¿Has visto muchas “diades castelleres” en la Puerta del Sol? Lo que hace el oso con el madroño no cuenta.

  2. ¿Has presenciado muchas exhibiciones de chotis en la Plaça Sant Jaume? 

Pues eso.

Misma religión. Depende, ¿no? Si el madrileño se llama Mohammed Pradera y el catalán es Wenjie Wang Puigneró me temo que no compartan la misma religión. Por cierto, ¿religión? De un antipepero como tú me esperaba otras referencias. ¿Historia, cultura y religión es según tú lo que nos une? Bueno… en todo caso es mejor que Una, Grande y Libre.

Para finalizar, Max, como tu tuit está escrito en clave de crítica al proceso independentista, déjame decirte que algunos catalanes entre los que me incluyo (algunos… muchos… pocos… la mayoría… la minoría… ojalá el 27 de septiembre podamos saberlo). Lo que te decía, algunos catalanes queremos la independencia, pero no porque nos sintamos lejanos totalmente de la realidad sociocultural española, sino porque somos plenamente conscientes (con datos contrastados y pruebas empíricas) de que los diferentes gobiernos del estado español, desde hace muchos años, nos han impedido alcanzar el bienestar que nos merecemos. A partir de ahí, (y dejando de lado cuestiones sentimentales que jamás se deberían infravalorar) queremos tener los instrumentos necesarios para garantizarnos un futuro mejor. Por eso, si entendieras esto, no te haría falta escribir estos tuits ya que dejarías que las identidades que todos nos construimos fueran el resultado de nuestro proceso de elección y de nuestra libertad. Dicho de otra manera, déjame que yo elija con qué páginas de la Historia me siento más identificado, que sincretismo cultural alimenta mi intelecto y si necesito alguna religión en concreto. Ya somos mayores de edad, ¿no? Por cierto, siendo consciente de que eres una persona muy inteligente, me extraña que escribas un tuit que tiene la simplicidad del discurso de un Minion.

Em pots seguir al Twitter @blogsocietat i també al Facebook