CARTAS DESDE EL MANICOMIO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

Estimada, o no:

Te he hecho varias preguntas en Facebook que no has querido responder. En cambio, sí me has formulado una pregunta: “¿de qué manicomio te has escapado?”. Supongo que las redes sociales han normalizado la tendencia al insulto y a situarnos en una burbuja mediática en la que nos complace recibir likes y no contraargumentos. Admito mi conducta disruptiva en ese sentido. Tengo una apreciación de la justicia que me dificulta quedarme callado, especialmente cuando los comentarios que leo llevan adheridos en la piel una visión supremacista del mundo. 

Analicemos lo que has dicho:

“Personalmente veo interesante el tener ese bilingüismo, el problema que veo es cierta discriminación a quién no lo habla. Al final actúa como una cierta barrera proteccionista que dificulta el acceso a ciertos puestos de trabajo, universidades…”. La clara idea que estás transmitiendo es que exigir el castellano en unas oposiciones, por ejemplo, de Avilés (lugar del que procedes) es normal. Es normal que un ciudadano asturiano pueda comunicarse en castellano con un funcionario público y que no deba cambiar al inglés porque este sea de Brighton. Yo también estoy de acuerdo. Sin embargo, que un profesor de Avilés deba aprender catalán, si quiere dar clases a alumnos catalanohablantes, lo ves como una muestra de discriminación.  Pobre profesor, ¿no? Él tiene derecho a no aprender catalán, pero los estudiantes catalanohablantes tienen la obligación de usar el castellano en los exámenes porque, oye, al fin y al cabo, saben castellano, y qué más les da. Es curioso que la discriminación solo la veas en un sentido.  ¿No procederá ese pensamiento de una cierta idea de territorio conquistado?

Discriminar es vetar el acceso a una mujer a un puesto de trabajo que podría desempeñar sin problemas. Eso es discriminación. Exigir determinados conocimientos para ejercer una profesión no tiene nada que ver con la discriminación. Es muy curioso que los de siempre os quejéis de lo siempre cuando el catalán está involucrado, pero os parezca muy normal que en Dinamarca, en Italia, en Suecia o en Francia se exijan conocimientos lingüísticos para acceder a la función pública. ¿No será que nos estáis enviando el mensaje de que para proteger el catalán es necesario que los catalanes tengamos un Estado propio? ¿No será imprescindible que os deshagáis de ciertas credenciales de posesión para que nos veáis como sujetos con derechos y no solo con obligaciones? Aquí lo dejo. Vuelvo al manicomio del pensamiento crítico. 

P.D. Otro día hablaremos sobre eso de que ves interesante el bilingüismo, como si estuvieses mirando un arco iris. Te ha quedado un poco de comentario en tu condescendencia. Es un comentario de turista que ve la Torre Eiffel con la idea de que el campanario de su pueblo es mejor.

SEGUEIX-ME A TWITTER.