EL PELAO

Estimado, o no, señor Pelao:

Hace tiempo estuve en una conferencia de un dibujante de la productora de animación PIXAR y alguien del público le preguntó qué debía hacer para que la famosa empresa americana le contratara. Él respondió que dedicar 10.000 horas a alguna disciplina necesaria para la productora. Por eso, la pregunta que te debes hacer no es cuántas horas has invertido en aprender gallego, sino cuántas horas has dedicado a aportar algo con valor para ser monetizado. Por ejemplo, si hubieses dedicado 10.000 horas de tu vida a guardar todas las pelusillas que se te van acumulando en el ombligo, ahora tendrías cuatro almohadas y un colchón para el chill out. Y no solo eso. Te entrevistaría Ana Rosa Quintana y saldrías en la revista del IKEA. Apuesto a que el colchón se llamaría Ludd. En sueco es pelusa.

¿Y qué pasaría si hubieses dedicado 10.000 horas a formarte para ser rey? La respuesta es nada. No puedes ser rey. No te apellidas Borbón. 

¿Y si hubieses dedicado 10.000 horas seguidas al sexo tántrico y el resultado fuese una retención del orgasmo durante 416 días? A tu pareja no sé qué le hubiese sucedido, pero tú tendrías los testículos del tamaño de la Cibeles, con banderas españolas y todo.

Hay un concepto en economía llamado coste de oportunidad. Se trata del coste de la alternativa que se desecha cuando se toma una decisión e incluye los beneficios que se podrían haber obtenido si se hubiera elegido esa opción. En esta vida siempre hay un coste de oportunidad. Por ejemplo, fíjate en Feijóo. Ha elegido ser político. ¿Y si para lo que realmente valía era para practicar depilaciones perianales? Quizás ahora sería un crack y habría dejado a los gallegos más ilustres con un esfínter Pelao (como tú). Rajoy, por ejemplo. Lo sé, mezclar esfínter y Rajoy en una misma frase resulta tan perturbador como imaginar a Feijóo en… como imaginar a Feijóo.

En todo caso, Pelao, piensa que has dedicado cuatro años de tu vida a escribir en castellano en Twitter y solo has interesado a dos seguidores y ambos, como tú, tienen varios números en su nombre y carecen de foto de perfil. Lo que serían unos peazo trolls. Por cierto, de las horas dedicadas al onanismo no dices nada.  Cuestión de prioridades, imagino. 

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