VAYA, VAYA. AQUÍ NO HAY PLAYA

Estimado, o no:

Lo que te voy a decir va a cambiar tu percepción del mundo, va a suponer una epifanía que ríete del día en el que Kiko Rivera descubrió que dentro de un libro hay palabras. La información que te voy a transmitir generará en ti una oleada de preguntas que te permitirán salir de Madrid al fomentar la curiosidad por descubrir el mundo. ¿Estás preparado? Siéntate. Deja el cubata en la mesa. Prepara tus pupilas y tus retinas para lo que vas a leer. Are you ready? Vamos allá:

Una…

Dos…

Tres…

¡MADRID NO TIENE PLAYA!

¿Qué tal? ¿No te lo habían dicho? ¿No habías mirado nunca un mapa de la península ibérica? ¿No habías tenido la curiosidad de saber cómo es el mundo más allá de Pozuelo de Alarcón o de Getafe? Pues sí. Técnicamente, Madrid no tiene playa. Sé que no hay ninguna ley que defina cuántos kilómetros debe haber como máximo para poder decir con alegría “me voy a la playa y ahora vuelvo”. Sé que un millonario madrileño podría decir: “cojo mi jet privado, desayuno en Montmartre y vuelvo antes de comer”. Pero afirmar que unos madrileños han preferido gritar contra la amnistía, que ir a la playa, es venirse muy arriba.

La playa más cercana a Madrid es la de Valencia, que se encuentra a 360 Km de la Puerta de Alcalá, miralá, miralá, miralá… la Puerta de Alcalá. Eso son unas cuatro horas de carretera. Es decir, ir a la playa representa para un madrileño ocho horas entre ir y volver. Un planazo de domingo maravilloso. Igual que vivir al lado del Bernabéu durante un concierto de Bertín Osborne. Mejor Guantánamo. 

También cabe la posibilidad de coger las toallas, la sombrilla, los asientos playeros y la neverita, subirse a un AVE, plantarse en dos horas en la “Estación de Valencia-Joaquín Sorolla”, subirse a un autobús y mojar tu culo madrileño para poder decir que ese pompis castizo ha estado en la playa. Es una posibilidad y no la niego. Pero es como si yo dijera que los barceloneses no han querido ir a la playa porque preferían pasar la mañana en El Prado. Raro, ¿no?

Sé que desde Madrid la vida a 300 o 600 Km se ve como algo exótico y que todo lo que sucede fuera de vuestro centro del mundo se contempla con cierta perplejidad. Que quien creó el universo no puso la punta del compás en la jeta de la Cibeles parece algo obvio, pero los madrileños jamás dejáis de sorprenderme. Lo último es que hayáis llegado a pensar que Madrid tiene playa. Una ciudad tiene playa cuando sus habitantes se suben al metro con arena en sus pies y sal en la piel. El resto es creerse el centro del universo ¿Qué será lo próximo? ¿Afirmar que los madrileños han preferido una mani facha que pasar el día en el Cañón del Colorado? 

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