
Estimado, o no, redactor de OkDiario:
En 1935, el científico austríaco Erwin Schrödinger se hizo famoso, no por obligarnos a soltar babillas si pronunciamos mal su apellido, sino por un experimento mental que ejemplifica tanto la imprevisibilidad como la llamada superposición; es decir, la posibilidad de que dos estados opuestos existan simultáneamente. En la paradoja, hay un lindo gatito que se encuentra en una caja sellada. Lo sé, mal rollo para los amantes de los michis. Dentro también hay un recipiente con cianuro de hidrógeno (un gas venenoso) y un martillo conectado a una fuente radioactiva. Efectivamente, no es algo tan peligroso como Froilán en una fiesta de cumpleaños. Es posible que después de un período de tiempo, la desintegración radioactiva de algún átomo active el martillo, éste rompa el recipiente de cianuro y libere el veneno que mataría al gato. Pero también es posible que eso no ocurra.
La teoría de la superposición en la física cuántica indica que hasta que se produzca una observación y alguien abra la caja, el gato está vivo y muerto al mismo tiempo, en una superposición de estados. No pruebes este experimento en casa. Fúmate un porro de menta y, al menos, tu casa olerá bien. O no. Puede oler bien y mal al mismo tiempo.
Pues bien, o pues mal, leyendo vuestro tuit he llegado a la conclusión de que habéis inventado el periodismo de Schrödinger porque, si leemos la primera frase del artículo y el tuit, es fácil llegar a la conclusión de que el coche atropelló y, al mismo tiempo, fue atropellado. Un curioso caso de física cuántica y superposición.
La tercera acepción que propone la RAE sobre el verbo atropellar es: “Dicho de un vehículo: Alcanzar violentamente a personas o animales, chocando con ellos y ocasionándoles, por lo general, daños”. Abalanzarse sobre un coche, es raro. A no ser que tu cuerpo te importe menos que a un rey su vida laboral. Si te abalanzas sobre un coche en movimiento, has perdido. No hace falta estudiar física para saberlo. Pero lo que convierte vuestro periodismo en un fenómeno cuántico es que sea posible atropellar a un coche y que éste sea atropellado.
Es como si un niño rompe un jarrón y dice: “estaba yo jugando a fútbol en el salón, cuando mi hermano pequeño rompió el jarrón”. Raro, ¿no?
En resumen, aprended a mentir. Coordinad vuestros esfuerzos. Que la persona que redacta el tuit y la que escribe la noticia tengan el objetivo común de hacer un periodismo de mierda. Y es que, si seguimos así, será necesario ser Schrödinger para entender el mundo en el que vivís.
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