Estimado, o no:
Veo que escribes con un iPhone desde Salamanca. Eso significa que observas, juzgas y dictas sentencia de la realidad catalana desde 836.7 Km. de distancia. Existen entonces dos posibilidades:
- Que seas Eleven de Stranger Things y con los ojos tapados tengas experiencias extrasensoriales que te permitan situarte en medio de la Plaça Catalunya de Barcelona, dar de comer a las palomas, quitarte una cacota del hombro que te acaba de lanzar una de ellas y, en lo que dura un capítulo, comprendas lo que ha sucedido en Catalunya desde el 2006 cuando unos señores con toga decidieron que lo que habíamos votado los catalanes no les molaba.
- Que veas la realidad catalana a través de lo que te explican Ana Rosa Quintana, Susanna Griso, TVE, La Sexta, Federico Jiménez Losantos, Belén Esteban, Sergio Ramos, Rafa Nadal y los desubicados emocionales de VOX.
Ahora mismo, creo que tu visión sobre Catalunya sería más precisa, realista y creíble con la primera opción. Soy consciente de que se te cague una paloma encima no responde a lo que sería una experiencia sensorial satisfactoria pero hay peores. Y si no, que se lo expliquen a Nacho Vidal (y no me refiero a su larga… a su larga… carrera cinematográfica).
Hay una tercera posibilidad que procede de la primera opción: que tengas los ojos tapados y punto. Por una bandera, por unos prejuicios, por los hijos de los prejuicios que son los estereotipos o por los nietos de los prejuicios como son las persecuciones de los diferentes. ¿Te suena de algo que miles de policías vinieron a Catalunya en el 2017 al grito de “a por ellos” para repartir hostias como quien reparte pedidos de Amazon?
Para empezar, te diría que si quieres ver a familias enfrentadas, focalices tu atención en los Borbones. El cuñado del rey en la cárcel, el patriarca dicharachero expulsado de la Academia como si fuera un triunfito que canta mal y la prensa internacional hablando de sus aventuras sexuales y fiscales. ¿Te apartan como un apestado? ¡Free campechano!
¿Te echan de tu tierra? Supongo que te refieres al decreto de Rajoy que favoreció el traslado de las sedes sociales de las empresas fuera de Catalunya, al exilio de eurodiputados o de fruteros que cantan rap y al encarcelamiento de líderes políticos que cometieron el error de propiciar que la gente expresase su opinión en una urna o de activistas que se subieron a un coche para desconvocar una manifestación pacífica. Y es que, viendo lo que está sucedediendo en EEUU, me imagino a Marchena y a los fiscales del supremo entrando en colapso. Si en el juicio del procés se hablaba de conos voladores, de lanzar tuits y de Fairy en el suelo, coges a estos gurús de la justicia, los sientas en un juzgado americano y los tienen que desenganchar de los asientos con una espátula. Americana, pero espátula.
Eso sí, te doy la razón con el cuarto punto. En Catalunya a los fascistas los llamamos fascistas. Hay otras posibilidades: fachas, bovox, francobelievers, españoles vaciados, envasados al vacío, vacíos y punto… Lo que me extraña es que el facha no se sienta orgulloso de ser facha, que no reivindique ser un fascista o un nazi. El problema es que Hitler acabó como un Whopper a la parrilla, a Mussolini el mundo se le giró verticalmente (literal) y Franco murió en la cama como un Gusiluz sin pilas (bueno, a él le pusieron cables). Yo creo que si Franco hubiese muerto por estrangulación testicular, aunque sólo tenía uno, la Historia de España se habría escrito de otra manera. Si las últimas palabras que hubiese pronunciado el gallego chistoso sonasen como las de un castrato en la nota más aguda de la escala cromática a causa de la estrangulación testicular provocada por un republicano en el 39, España ahora sería muy diferente.
Como nos separa la misma distancia y mi única experiencia extrasensorial son los Seafood Yakisoba del UDÓN (pido invitación al señor UDÓN por esta inserción publicitaria), me voy a permitir la licencia de decir lo que pasa en Salamanca. Me han dicho que allí practicáis sexo con enanitos de jardín, dais de comer a las estatuas y ponéis banderas con pollos en los balcones. Lo sé, sólo una es cierta, pero hago como tú: si cuela, cuela. Por cierto, Girauta ha dicho también que un hombre sólo se arrodilla ante Dios. Quizás no ha visto las películas de Nacho Vidal o aún no mira con ojos de pervertido a los enanitos de jardín.
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