Statuquoísta en un arrebato intelectual @juansotoivars

juan

Estimado, o no, Juan:

Yo estaba de acuerdo con preguntar a mi novia si me quería hasta que dijo que no.

Yo estaba de acuerdo con el sexo en grupo hasta que me di cuenta de que olía a pies.

Yo estaba de acuerdo con jugar al mus hasta que perdí.

Yo estaba de acuerdo con ser jefe cuando los empleados me daban la razón.

Yo estaba de acuerdo con preguntar al pueblo cuando estaba seguro de ganar. Es eso, ¿no?

Voy a inventarme una palabra nueva: statuquoísta. Soy consciente de que corro el riesgo de que se confunda con los fans de Status Quo, ya sabes: whatever you need. Whatever you use. Whatever you win. Whatever you lose. Es decir, da igual lo que necesites, lo que uses, lo que ganes o lo que pierdas. Son los mejores argumentos del statuquoísta: si cuela, cuela, y si no, me la pela. ¿Por qué? Porque tengo el statu quo, ya me está bien la situación actual, no hay que cambiarla, el mundo se parece a lo que quiero y, si alguien quiere cambiarlo, le diré que no está emocionalmente capacitado para tomar decisiones. “Arrebato emocional”. En fin, parece el título de una peli porno con sentimientos.

Como para que los catalanes continuemos siendo españoles, no se necesita tomar más decisiones que apostar por la violencia policial, encarcelar a los disidentes y levitar por encima del bien y del mal en un estado de zen emocional, keep going, my friend. Eso sí, si levitas en este “arrebato intelectual” ten cuidado con los testículos si vienes a Catalunya. Las bolas de goma van que vuelan, nunca mejor dicho.

Me he leído tu artículo y, qué quieres que te diga, la única solución que propones es no hacer nada porque no confías en los independentistas. Pues yo no confío en el Estado español. ¿Qué hago? ¿Me cruzo de brazos y pongo morritos como un niño que se ha quedado sin postre? ¿Agacho la cabeza y cuento baldosas? Yo lo que quiero es decir SÍ a la independencia y NO a un Estado represor que lleva muchos años negándome como sujeto político, exactamente igual que haces tú. Quiero formar parte de la Historia de Catalunya poniendo mi granito de arena para que se emancipe de una vez por todas del autoritarismo, del paternalismo y de todos los statuquoístas que se inventan arrebatos emocionales para ningunearnos una vez más.

De todas maneras, si aceptamos tu teoría, votemos de nuevo la Constitución. 1978, recién salidos de la dictadura, propaganda institucional a favor de ella, ciudadanía que se niega a informarse, arrebatos emocionales de los ciudadanos… Cuadra con tu teoría, ¿no? Pues eso: votemos la Constitución de 2019 en la que se diga que Catalunya no es una nación y esperemos los resultados que demos los catalanes. ¿A eso juegas?