Ha nacido el indentismo. No sé exactamente en qué consiste. Debe ser una nueva técnica utilizada por alguna de esas franquicias de dentistas que lucen en los escaparates preciosos anuncios de gente sonriendo (como una foto de familia de peperos, pero sin puñaladas traperas por la espalda). Lo cierto es que he podido comprobar en Twitter que el indentismo pone a la gente de muy mal humor. Al parecer, los indentistas no gozan de muchas simpatías por parte de algunas personas. Ya sé que el común de los mortales sitúa las visitas al dentista en el mismo nivel de felicidad que un tacto rectal. Bueno… dejadme que recopile más información sobre el tema. En todo caso espero que el indentismo triunfe porque soy partidario de todos los progresos. Y si mejora la práctica de los dentistas y la gente puede sonreír más, bienvenido sea.
No acabo de entender el temor atávico que las sociedades tienen a los cambios. Nos solemos llenar la boca con palabras como progreso y a la hora de la verdad nos aferramos como un perro a un hueso a nuestro pequeñito mundo de certezas. Por no decir, claro, que aquellos que se nombran a sí mismos como liberales suelen ser los conservadores más reaccionarios. Quizá es porque lo de ser liberal tiene que ver más con los mercados que con las personas. No lo sé… dejadme también que recopile más información sobre el tema.
Pero más allá de la controversia que despierta este movimiento sobre el que no he encontrado información, estoy seguro de que los indentistas quieren lo mejor para la gente. La inmensa mayoría de las personas no se convierte en seguidora de un determinado movimiento, aunque sea en el campo de la odontología, si en ello no hay un beneficio para la sociedad. Somos buenos por naturaleza y en eso hay que seguir confiando. Soy consciente de que situar el debate en un escenario en el que debes abrir la boca para que un señor o señora te introduzca aparatitos que realizan sonidos extraños y que te dejan sin la posibilidad de hablar, no es muy agradable. Pero también algunos políticos hacen ruidos extraños cuando no saben qué decir y, lo que es más evidente, no te dejan hablar. Qué curioso, al final el indentismo tendrá algo que ver con la política: a algunos les duele y tiene a gente en contra, pero a muchos les deja una hermosa sonrisa en el rostro. Indentismo… indentismo… indentismo… ¿A qué me recuerda?
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