Estimado, o no, Carlos:
¡Oh, amo, señor del universo, propietario de catalanes, Jedi en el uso del insulto, que te pasas 300 pantallas del Candy Crush con tu prodigiosa capacidad para comerte caramelos de bilis: quiero hacerte un regalo en estas fechas tan próximas a la Navidad en señal de mi sumisión de esclavo y mecenas de la Seguridad Social que permite que personas como tú vivan de una pensión ahora que ya no pueden tener una vida digna como librepensadores! ¡Y el regalo que te quiero hacer es una versión apócrifa del clásico de Jeannete, Yo soy rebelde! Notarás que le he cambiado un poco la letra. Para que la cantes en la ducha y desde el amor de un catalán: YO SOY FRANQUISTA.
Yo soy franquista
porque el mundo me ha hecho asín,
porque nadie me ha tratado con amor
porque nadie me ha querido nunca oír.
Yo soy franquista
porque siempre sin razón
me negaron todo aquello que pedí
y me dieron solamente Constitución.
Y quisiera ser como el Franco aquél
como el hombre aquél, mi redil.
Y quisiera dar lo que hay en mí
todo a cambio de Unidad.
Y soñar, y vivir
y olvidar el rencor
y cantar, y reír
y sentir solo amor.
Yo soy franquista
porque el mundo me ha hecho asín
porque nadie me ha tratado con amor
porque nadie me ha querido nunca oír.
Y quisiera ser como el facha aquél
como el falangista que es feliz
y quisiera dar lo que hay en mí
todo a cambio de mi verdad.
Y soñar, y vivir
y olvidar el rencor.
Y cantar, y reír
y sentir solo amor.
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