Estimado, o no, fiscal:
Ya lo vengo diciendo hace mucho tiempo: los catalanes provocamos. No sé si es el escote de la camiseta de la V, la falda de la Forcadell o esa mirada lasciva que ponemos cuando ondeamos la estelada al viento. Pero nos lo tenemos bien merecido. ¿Has visto a las niñas independentistas? ¡Las visten como frutas! Las llevan a la V y les ponen una camiseta amarillo limón o una camiseta roja como si fuesen rodajas de sandía. Si es que luego, pasa lo que pasa, que nobles y educados ciudadanos escriban en Twitter frases como “#ElVeranoEsPara prenderle fuego a Cataluña y que todos los catalanes ardan y se mueran y mear sobre sus putas cenizas”. ¡Pobre anónimo español que sólo desea que ardamos y nos muramos! Es más, propongo que le den el Nobel de la Paz porque luego orinaría sobre nuestras cenizas para que no se extienda el fuego a otras comunidades. ¡Mira que es buena persona! Necesitaría mucha orina, pero eso ya lo consultará con su próstata.
¿Y éste otro? “Muerte a Cataluña, una bomba a todos los independentistas”. Más pacifistas, por favor. Qué hermosa esta demostración de afecto que nada tiene que ver con la “provocación al genocidio, a la discriminación, al odio o a la violencia”. Estoy seguro que si en mi perfil de Twitter me pusiese una svástica, me hiciese llamar Adolph y viviese en Alemania, también lo interpretarían en el mismo sentido. ¿Te imaginas un “Muerte a _________, una bomba a todos los ________? (he dejado los espacios en blanco para que los rellenes tú porque al Mosad sólo lo quiero ver en las películas).
En fin, estimado, o no fiscal, intentaré no provocar más hablando de votar, de democracia y de esas menudencias que tanto excitan la libido de esos pacíficos ciudadanos patriotas que nos desean lo mejor. Pues nada, Feliz Navidad y Próspera Orina Nueva.
Societat Anònima 
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