Fa poc m’he comprat un llibre d’importació que es diu Losers and idiots (perdedors i idiotes). L’autor, Flen Meynendonckx, fa un recorregut per diferents personatges que s’han caracteritzat per actuar com autèntics estúpids. Constitueix tota una mostra del fracàs en el seu sentit més pejoratiu, alhora que hilarant. Dic això perquè la següent història que he extret de La Razón podria sortir en les properes edicions del llibre:
En pocas ocasiones la policía se ha visto en otra situación igual: el delito se presentó ante ellos por iniciativa propia. Tras ser víctima de una estafa, Suzanne Basham, de 47 años, llamó al Departamento de Policía de Springfield, Missouri, en Estados Unidos, para denunciar que había pagado 40 dólares por cocaína, y a cambio había recibido azúcar.
Con la denuncia, la mujer pretendía que se le devolviesen sus 40 dólares, y ver encarcelado al estafador, pero todo apunta a que no premeditó del todo su plan antes de presentarse en comisaría. Finalmente, y en vez de ver pagar a quien le había engañado, fue ella quien salió perdiendo.
Cuando los agentes de policía fueron en busca de Suzanne con motivo del aviso de estafa, la encontraron con las manos en la masa: con una pipa de crack, según informó Matt Brown, portavoz de la policía, y publica “The Springfield News-Leader”.
En su defensa, la mujer les proporcionó la dirección donde había realizado la compra, aunque eso le sirvió de poco. Los agentes acudieron a la casa donde supuestamente le habían vendido a Suzanne azúcar por cocaína, pero al llegar no consiguieron pasar más allá del quicio de la puerta.
En la vivienda les recibieron un hombre y una mujer que negaron cualquier relación con las drogas. Por lo visto, el plan no pudo salirle peor a esta mujer.
És lògica la seva indignació. Deu ser realment frustrant que cremis la cocaïna en la teva pipa de crack i et surti caramel.
Tanmateix, fonts no confirmades han assegurat que en realitat qui li va canviar la droga per sucre va ser la Remedios Cervantes.
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